Ruta del Retinto en moto
16 mayo, 2018La fortaleza de Zahara
26 junio, 2018
Podríamos hablar de hormonas como la endorfina y la dopamina que regulan la felicidad y el estado de ánimo, pero el lenguaje técnico se lo vamos a dejar a los médicos. Quien se ha subido a una moto, sabe de las sensaciones que produce y, sobre todo, cómo afecta al estado de ánimo.
A nosotros nos gusta llamarlo mototerapia, pues en el momento en el que vivimos, lleno de responsabilidades, horarios, falta de sueño e historias en el trabajo, todos en algún momento necesitamos un paréntesis para respirar una bocanada de aire fresco, organizar ideas o sencillamente, desconectar.
No es cuestión de ir rápido ni de descargar adrenalina pues entonces, la moto se convierte en tu caja de pino. Se trata de salir a rodar de manera tranquila, si es con amigos mejor, y buscar una ruta con poco tráfico y con buenos paisajes para que esas hormonas empiecen a trabajar. Sentir el aire en la cara, la vibración de la moto, respirar profundamente y no pensar en nada.
Tan solo con olvidar el reloj y el teléfono, nuestra mente desconecta de la rutina diaria. Cuando quieres, paras a tomar una cerveza o una tapa, o ambas cosas. Disfrutas de la gastronomía de los lugares por los que pases, de su historia, monumentos y carreteras.
En la provincia de Cádiz, tenemos la suerte de contar con una sierra impresionante salpicada de bellos pueblos blancos y, a una hora de camino, pueblos pesqueros pegados a las mejores playas de arena blanca que puedas encontrar en kilómetros. Cada uno con sus platos típicos y gastronomía propias para disfrutar de lo mejor de cada lugar. 300 días de sol al año, kilometros de carretera, buena gastronomía, lugares espectaculares... Nosotros no pedimos más. ¿Y tú?
Resumiendo:
Elementos necesarios para nuestra terapia:
- Una Harley-Davidson (si no tienes, llámanos).
- Un escenario: la provincia de Cádiz.
- Tú.
Bastante fácil y simple. Nosotros nos encargamos de todo. Solo tienes que disfrutar.
¿Vienes?